believe. hope. imagine. dream. pray. cry. laugh. smile. LOVE.
11/12/10
"La vida que imagine"
Cuando eres chicos sueñas con lo que vas a ser cuando seas grande, y si te dejan soñar sueñas a lo grande. De mayor mides tu vida como un parámetro ¿es mejor o peor de lo que imaginaste?
Si soñaste mucho con la vida que querias sabes muy bien lo que quieres, y también sabes muy bien lo que no quieres, lo que no cuaja con lo que soñaste para ti.
Muchos juegos de niños son ensayos para la vida futura. Al imaginar nuestra vida nos convertimos en un personaje de nuestra propia novela. Perseguimos siempre esa vida que imaginamos. ¿Pero cómo se hace para vivir si sabes que la vida que imaginaste nunca se va a concretar?
Lo que nos sostiene son los sueños ¿pero cómo haces cuando entiendes que eso es imposible? ¿Hay que conformarse con la vida que nos toca? Hacemos lo imposible por ajustar la vida a lo que imaginamos. Ya la vida se resiste, se revela nuestra idea de cómo debe ser.
El problema de los sueños es que a veces se convierten en caprichos, quieres esa felicidad que soñaste o nada. Cuanto más frondosa es nuestra imaginación, más grande es la decepción.
Cualquier detalle distinto a lo que imaginás arruina la felicidad. Duele mucho la realidad cuando eres un soñador.
A veces uno cree que lo que duele es la realidad pero lo que duele es el ideal. La vida que imaginas puede ser un sueño, pero también puede convertirse en una cárcel.
Imaginar tu vida ideal está bien, pero que la vida que imagine por ti es mucho mejor. A veces hay que dejarse sorprender.
La obsesión por el ideal te puede hacer perder de vista lo real, lo verdadero, lo que necesitas, nada está a la altura de un ideal.
Si quieres concretar tus sueños lo mejor es empezar por matar al ideal. Ojo, no me estoy refiriendo a matar los ideales, sino que hay veces que uno se imagina su vida como si fuera una película, una epopeya heroica, y es muy difícil estar a la altura de ese ideal.
El ideal es una luz muy brillante, muy brillante, tanto que puede terminar opacando la realidad. Puedes sufrir toda la vida por ese ideal, hermosos, puro, brillante, pero lejano y cada vez más lejano.
Hay que poder distinguir los sueños del ideal. Los sueños son pequeñas excusas que nos ayudan a crecer. El ideal es una gran mole de oro que nos paraliza. En cambio la realidad es frágil, endeble, imperfecta, pero verdadera.
Porque al final del camino uno puede contar la vida que vivió, no la que imaginó. Entonces mejor que imaginar la vida es vivirla.
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