y lo único que existe eres tú y esa persona,
y te das cuenta de que esa persona es el único hombre al que debes besar el resto de tu vida,
y sientes por un momento algo realmente asombroso y quieres reir y también llorar.
Te inunda la felicidad de haberlo encontrado,
y te invade el temor de perderlo al mismo tiempo.
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