Deambular sin rumbo fijo durante varios días,
sin mirar el reloj,
sin saber adónde ir,
sin una meta fija,
un porqué,
o un deber.
"Qué sensacion de ligera locura tiñe de color el alma. Sin él. Sin raíces."
Confundida.
Por los gritos,
por la rabia,
por el amor reventado,
por el dolor físico,
un corazón roto,
una amistad partida,
una emoción despedazada, un sentimiento turbado, curvado y cortado.
Así me siento.
Con la música zumbando incesantemente en mi cabeza y una fragilidad interior, una sútil aflicción, una lágrima repentina y el deseo de no hablar.
Fluye esa noche y esa luna inmóvil parece saberlo todo, aunque no habla.
Fluyen los días iluminados por un sol que casi ciega con su perfecta redondez, con su dolorosa distancia, con su molesta permanencia.
Un día tras otro. Una noche tras otra.
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